"Vivía en el campo con mis padres y 5 hermanos, en una casa humilde, con escasos recursos económicos. Desde muy pequeña tenía claro que no quería esa vida para mí. Me veía en una casa hermosa, siendo maestra de escuela. Hice primaria en una escuela rural, siendo una niña destacada en todas las tareas. Me lo reconocían mis maestros, y me motivaban a luchar por mis sueños.  

No fui maestra, ni viví en una hermosa casa. A los 18 años, logre vivir en Montevideo con mi madrina, ayudándole en su taller de costura. Luego, llegó Pedro a mi vida, nos casamos, y tuve mi casa hermosa. Además de ayudarme a creer en mi e ir por más, logré tener mi propio taller de costura en mi casa. Otro sueño era criar y acompañar a nuestros hijos. Así fue, es y será mi mayor orgullo: MI FAMILIA. En el año 2000 llegó Mary Kay a mi vida ,en el momento indicado. Todos recuerdan que en ese momento el que tenía un negocio, se fundió, o casi, nosotros pasamos del casi gracias a Mary Kay.

Llegó en el momento justo para aceptar la propuesta. Había que empezar de nuevo, sin mucho entusiasmo, le dije a mi Iniciadora que lo iba a intentar. Recuerdo que me dijo: "Mary Kay no es solo vender cremas, está la Carrera Comercial, ahí te veo a ti, si me permites guiarte". Arranqué con mucho miedo, nunca había vendido nada. Cuando fui al primer meeting semanal, entendí un poco más de la Carrera Comercial y fui por ella. A los nueve meses que empecé a vender "cremas", califiqué como Directora de ésta maravillosa Compañía Mary Kay, por supuesto, muy bien acompañada, por mi familia, por mi Directora y por mi maravilloso equipo que me acompañó a cumplir éste sueño.

A las que aún están, a las que no, a todo el Equipo Amistad, un gracias enorme. Quiero invitar a todas las mujeres y hombres que se informen sobre Mary Kay, que se animen a probar, no hay nada para perder, y hay mucho para ganar. Termino agradeciendo a Dios, por permitirme llevar con orgullo éste legado que nos dejó nuestra fundadora, la Señora Mary Kay Ash.